CONSTRUIR CASAS DE MADERA EN CATALUÑA ¿ES MEJOR QUE LA CONSTRUCCION TRADICIONAL? Y EL FUEGO???
La construcción con madera, especialmente utilizando CLT (Cross-Laminated Timber) o sistemas de entramado ligero, está ganando terreno en todo el mundo como una alternativa sólida frente a los métodos tradicionales de construcción con hormigón, ladrillo o acero.
Sin embargo, en España persisten ciertas creencias sobre la vulnerabilidad de las casas de madera en aspectos como la resistencia al fuego, el aislamiento térmico o la durabilidad frente a las filtraciones.
En España existe una cultura de construcción muy fuerte, históricamente la construcción (tradicional) ha sido un pilar tanto cultural como económico muy importante y se han creado muchos mitos dirigidos a otros sistemas usados también des de hace miles de años.
En este blog, desmentiremos estos mitos, analizando cómo la madera, bien utilizada, no solo puede competir con los materiales tradicionales, sino que en muchos casos ofrece soluciones superiores en términos de sostenibilidad, bienestar y rendimiento.
¿Y la resistencia al fuego? ¿mito o realidad?
Existe la falsa percepción de que las construcciones de madera son menos seguras frente al fuego. Sin embargo, la madera estructural utilizada en construcciones modernas, como el CLT, tiene un comportamiento ante el fuego predecible y estable.
A diferencia del acero, que puede deformarse rápidamente bajo altas temperaturas, la madera carboniza en su superficie, creando una capa protectora que ralentiza la propagación del fuego y mantiene su integridad estructural durante más tiempo.
Este fenómeno es fundamental para entender por qué la madera estructural es segura en caso de incendios.
A medida que el fuego consume las capas externas de la madera, se forma una capa carbonizada que actúa como una barrera natural, reduciendo la cantidad de oxígeno disponible y ralentizando la velocidad de combustión.
Esta capa carbonizada protege el núcleo de la estructura, manteniendo su integridad durante más tiempo.
En comparación, materiales como el acero, que es común en la construcción tradicional, pueden experimentar deformaciones severas bajo altas temperaturas, comprometiendo rápidamente la estabilidad estructural de un edificio.
El acero no tiene la capacidad de auto-protección que ofrece la madera al carbonizarse, lo que lo hace más susceptible a colapsos en situaciones de incendio.
Comportamiento predecible y normativas
Además, la madera tiene una tasa de combustión predecible, lo que permite a los diseñadores e ingenieros calcular con precisión el tiempo que una estructura de madera puede resistir en caso de incendio.
Esto no solo mejora la planificación de evacuaciones, sino que también permite tomar medidas preventivas más eficientes.
En Europa y América del Norte, donde la construcción en madera ha ganado popularidad en las últimas décadas, las normativas de construcción han establecido regulaciones específicas que demuestran que las construcciones en CLT y entramado ligero cumplen con los más altos estándares de seguridad contra incendios.
Mantenimiento y durabilidad: la verdad detrás del mito
Otro mito es que las casas de madera requieren un mantenimiento constante y son más propensas a la degradación con el tiempo.
La verdad es que la madera, cuando se utiliza correctamente, es altamente resistente.
Los sistemas de protección de la madera (contra la humedad, insectos y hongos) han avanzado enormemente.
Las construcciones de CLT, por ejemplo, tienen una durabilidad comparable al hormigón o al acero, si se realiza un mantenimiento adecuado y se respetan las normativas.
Por otro lado, es relevante considerar la comparativa con el hormigón, que también es un material resistente al fuego pero que tiene sus limitaciones.
Aunque el hormigón no arde, su resistencia puede verse afectada bajo temperaturas extremas.
A medida que el agua contenida en su estructura se evapora, el hormigón puede experimentar fisuras, especialmente si se enfrenta a choques térmicos bruscos.
Esto no ocurre con la madera estructural, que mantiene una estabilidad más uniforme durante el desarrollo del incendio.
Técnicas modernas de protección
En cuanto a las técnicas de construcción modernas con madera, se pueden incorporar sistemas adicionales de protección contra incendios, como retardantes y revestimientos ignífugos, que mejoran aún más la resistencia de la madera al fuego.
Estos tratamientos permiten que la madera mantenga sus propiedades durante más tiempo, retrasando el avance del fuego y mejorando la seguridad de los ocupantes de la edificación.
Aislamiento térmico y control de la humedad
La madera es un excelente aislante térmico y permite una regulación natural de la humedad en el interior de la vivienda.
En climas como el español, donde las variaciones de temperatura son significativas, las viviendas de madera mantienen una temperatura interior más estable, reduciendo la necesidad de climatización y, por ende, el consumo energético.
La capacidad higroscópica de la madera también permite gestionar de forma eficiente la humedad, lo que contribuye a un ambiente más saludable en el hogar.
Ejemplos de éxito en la construcción en madera
Un caso interesante para destacar es el uso de madera en rascacielos.
En los últimos años, hemos visto el surgimiento de edificios altos construidos con madera en ciudades como Vancouver, Londres o Estocolmo. Estos edificios han sido diseñados para cumplir con rigurosos estándares de seguridad y han demostrado que la madera puede ser una alternativa viable incluso en construcciones de gran altura, donde la resistencia al fuego es una de las principales preocupaciones.
Sostenibilidad: la madera como opción del futuro
No solo es una opción viable, sino que la construcción con madera está en el centro de la tendencia hacia una edificación más sostenible.
Las normativas cada vez más estrictas en materia de emisiones y consumo energético están impulsando a los arquitectos y constructores a buscar soluciones que minimicen el impacto ambiental.
La madera no solo cumple con estos requisitos, sino que supera con creces a los materiales tradicionales en muchos aspectos.
Rapidez y eficiencia en la construcción
Las estructuras de madera prefabricadas, como las de CLT, permiten tiempos de construcción mucho más rápidos que las técnicas tradicionales.
Esto no solo reduce los costes asociados a mano de obra, sino que también minimiza las molestias derivadas del proceso de construcción en los alrededores.
Un proyecto que con hormigón y ladrillo podría tardar un año, con madera puede estar listo en tan solo unos meses.
Confort térmico y acústico
La madera, por su naturaleza, es un excelente aislante, lo que mejora tanto el confort térmico como el acústico dentro de una vivienda.
Las propiedades naturales de la madera contribuyen a mantener la vivienda fresca en verano y cálida en invierno, sin necesidad de depender excesivamente de sistemas de calefacción o refrigeración. La madera absorbe y atenúa el sonido, lo que puede hacer que las viviendas sean más silenciosas y agradables para vivir.
En resumen, la resistencia al fuego de la madera no solo no es un obstáculo, sino que puede ser un argumento a favor de su uso en la construcción.
Su capacidad de carbonización, junto con los tratamientos y diseños modernos, la convierten en una opción segura, mientras que su comportamiento frente al fuego es predecible y manejable, algo que no siempre puede decirse de otros materiales como el acero.
La construcción en madera, ya sea con CLT o con entramado ligero, no es una solución inferior.
Es una tecnología que, bien implementada, supera en muchos aspectos a las técnicas tradicionales.
Ofrece sostenibilidad, eficiencia energética, rapidez de construcción y, a nivel estético, una versatilidad inigualable.
Además, gracias a los avances tecnológicos en tratamientos y diseños, las construcciones de madera ofrecen una durabilidad, seguridad y confort que igualan o superan las expectativas de los métodos tradicionales.
Al final del día, la decisión entre construir con madera o con hormigón y acero no solo debe basarse en prejuicios heredados, sino en los beneficios tangibles que cada material ofrece.
Y en ese sentido, la madera se presenta como una opción más saludable, sostenible y eficiente para los retos constructivos del futuro.